jueves, 25 de octubre de 2007

Elecciones Embalse (Calamuchita). Análisis Político.

Por Alejandro Montbrun


“Hoy lo podemos llamar Mauricio pero siempre va a ser Macri”
Néstor Kirchner. 04/06/07

En el intento de torcer una elección que le era desfavorable, el Presidente trató de desenmascarar la estrategia de marketing político de los publicistas que contrató el PRO de Mauricio Macri. El grupo que lideró el asesor ecuatoriano Durán Barba, giró alrededor de una premisa: quitarle a su cliente la connotación negativa que su apellido despierta en grandes sectores de la población.

El desprestigio del apellido responde a cuestiones objetivas y no al imaginario de la opinión pública. A saber: La empresa de los Macri (SEVEL) evadió 55 millones de pesos entre 1993 y 1995, por ello se los condenó y luego las corte menemista los absolvió. Los Macri forman parte de la llamada “patria contratista” que abusó del Estado argentino con sobreprecios e incumplimientos de contratos (Sideco, Manliba, Correo Argentino). Y, ya en función pública, el trabajo de Mauricio Macri dentro del congreso fue casi inexistente, ausentándose 206 veces sobre un total de 242 votaciones.

Nuestra política calamuchitana nos presenta hoy un caso similar: el del candidato a intendente de Embalse, Federico Alessandri. Los Alessandri saben que su apellido causa una gran rechazo en ciertos sectores de la comunidad embalseña.Luego de tomar nota de esto, intentan persuadir publicitariamente con la simple marca “Federico”. La publicidad trabaja en el inconsciente y, si a ella se le agrega una campaña asediante para el elector-consumidor, es probable que tenga éxito.

Pero esto no es todo. El joven candidato encuentra otra dificultad: al desprestigio del apellido que supo conseguir su padre se le suma el difícil momento que vive su espacio político luego de las elecciones del 2 de septiembre, donde el peronismo delasotista (del cual él forma parte) es sospechado de fraude electoral.


En este caso, se resuelve minimizando las referencias partidarias (se las exhibe escasamente) y cambiando los colores de identificación históricos del peronismo. Al tradicional celeste y blanco se lo sustituye por un neutro negro y amarillo.

Su propaganda electoral, por lo tanto, no es azarosa y con poco margen de error podemos decir que es copia fiel de la campaña que llevó a cabo Mauricio Macri para acceder a la jefatura de gobierno en Bs. As.

Es interesante reflexionar sobre la actitud de estos personajes que, ávidos de poder, llegan a negar su propio apellido y, mediante el marketing político, nos intentan convencer de que son algo distinto de aquellos intereses que defienden.




“Hoy lo podemos llamar Federico pero siempre va a ser Alessandri”