jueves, 4 de marzo de 2010

Me quedo con el Coco


Por Alejandro Montbrun

Quizás porque soy un futbolero de alma, quizás porque este año se juega el mundial y mi mente empieza a poblarse de “fulbo”, o porque simplemente andaba buscando alguna analogía para mostrar mi indignación por la falta de ética del intendente de Villa General Belgrano, es que me acordé del Coco.
El Coco es Basile, un porteño de ley, vinculado hace unos 50 años al fútbol, y que le tocó en suerte dirigir dos veces la selección argentina, mi memoria se centró en aquella primera etapa de Basile en 1994, cuando el equipo argentino quedó eliminado en la segunda ronda del mundial de los Estado Unidos y debió volver temprano a casa.
El Coco, que se jacta de tener los famosos códigos de fútbol, los hizo valer aquella vez y volvió con el equipo a la argentina desde EEUU, llegó a Ezeiza, estuvo dos horas en el aeropuerto y se tomó un avión de vuelta hacia el país del norte para seguir viendo el campeonato del mundo con plata de su bolsillo, cuando pudo tomar la opción mas fácil y haberse quedado en el país del norte, ya que la AFA (asociación del futbol argentino) lo había llevado hasta allí por su trabajo y el mismo había concluido una vez derrotado el equipo.

Este simple acto de un entrenador de fútbol, es la contracara del accionar del intendente de VGB Fabián Hoss. Su anunciado viaje a España, puede ser cuestionado por diversas causas, como lo es la oportunidad, el gasto, el beneficio colectivo que puede traer, etc., etc.
Pero el punto indignante es el provecho personal que el intendente hará de este viaje, ya que por propias declaraciones a dicho que luego de que termine con su curso, se quedará en España de vacaciones.
Teniendo en cuenta que su pasaje es pagado por todos los habitantes de Villa Gral. Belgrano, no es correcto que el intendente decida volver cuando le perece. Sería de un hombre de bien, hacer su trabajo (capacitarse en España) y volver. Y luego si hacer valer su derecho de tomar vacaciones.
Si quiere volver a España que haga como el Coco, regrese a Argentina, espere dos horas y vuelva a tomarse otro avión con su plata.
Estos detalles, serían del deleite de una oficina anticorrupción, y el caso en cuestión podría enmarcarse en simples actos de corrupción que describe la OA (oficina anticorrupción de la nación) “un funcionario comete un acto de corrupción cuando usa fondos públicos para destinos distintos de los previstos por las normas”
Me imagino que Basile remataría esta nota con voz ronca y tono tanguero con la frase “¡Te ahorraste un pasaje Papá!”