Por A.Montbrun
Muchas veces, La corrupción y la falta de ética que acompañan algunos procesos políticos nos impiden analizar otras cuestiones relacionadas a tal o cual política.
Es importante y hasta una obligación denunciar lo primero, pero mientras tanto la dinámica de gobierno nos va dejando modelos administrativos y económicos que perdurarán en el tiempo con más o menos corrupción.
En el departamento Calamuchita nos encontramos con un caso que podría enmarcarse en esta discusión. Se trata de nuestro Legislador con funciones ejecutivas, Carlos Alessandri. Es innegable que su persona se vincula recurrentemente con los hechos más polémicos del gobierno delasotista.
Aquí podríamos seguir la línea de los medios de comunicación de la capital cordobesa e insistir sobre el comportamiento ético del Sr. Alessandri. Pero en el siguiente texto vamos más allá y analizamos el contenido del modelo de gestión en la Comunidad Calamuchitana que él preside.
Según las conclusiones del XI Congreso del Centro Latinoamericano de Administración (CLAD), el proceso de Regionalización puede tener diferentes motivaciones,
(Técnicas administrativas, de carácter democrático o histórico-político). Pero no hay que dejar pasar por alto que se suele utilizar la palabra "regionalización" como eufemismo para obviar la palabra descentralización. En sí misma, la palabra descentralización no conlleva una carga emotiva lingüística desfavorable, pero al introducirla en el plano del discurso, es necesario explicar la forma en que se llevará a cabo la descentralización de funciones en el plano estatal, y entonces aquí viene el problema, que no es otro que el del aporte los fondos.
Si tomamos el mecanismo de conformación de fondos para la culminación del “primer aeropuerto turístico de Calamuchita” nos encontramos con que los únicos aportantes son los municipios y comunas, y así la llamada Regionalización funciona al estilo de una descentralización de funciones por parte del Gobierno Provincial pero sin enviar los respectivos fondos. Una gran porción de la bibliografía latinoamericana de administración pública condena este accionar, y las experiencias en este tema del modelo menemista (a nivel nacional) y mestrista (en el plano provincial) han hecho tan evidente su fracaso que en la reforma de la constitución nacional de mil novecientos noventa y cuarto se incorporó en el articulo 75 un párrafo donde se explicita que cualquier descentralización de funciones debe ir acompañada de sus respectivos fondos. Curiosamente en su articulado, la Ley de Regionalización de la Provincia de Córdoba no menciona este compromiso que debe tener el gobierno central con el envío de los fondos. Seguramente, este olvido no responde a un hecho fortuito sino que plasma con todo su fuerza la orientación ideológica que tuvo el gobierno delasotista encargado de sancionarla.
Con una sorprendente estrategia discursiva, nuestro de Legislador-Presidente nos quiere convencer que no es justo que el municipio de Villa Rumipal tenga que terminar el aeropuerto calamuchitano por sus medios. Obviamente, esta argumentación es falsa, apelando a lazos de solidaridad para ocultar esta verdadera transferencia de competencias sin la respectiva reasignación de los recursos.
Planteado de esta manera sería hasta un tanto ingenuo festejar como modelo de integración regional la culminación de dicho aeropuerto, obra estratégica para el desarrollo turístico y de materia sensible como lo es el tráfico aéreo, que sin lugar a dudas, debiera ser terminado con el aporte provincial descentralizando los fondos y aquí si administrar con más eficiencia los recursos desde la comunidad regional o si se quiere, desde el propio municipio de Villa Rumipal.
No es novedad las dificultades que presentan nuestros municipios para solucionar nuevas demandas sociales insatisfechas, por lo tanto sería prudente no cargarlas con más cubriendo las responsabilidades del gobierno de la Provincia. El manejo de la comunidad regional debe ser cuidadoso, la vía indirecta con la cual se elije su presidente pone en penumbras la legitimidad democrática del mismo, y grandes decisiones como la de comprometer a todos los contribuyentes de el Valle de Calamuchita a aportar a un fondo sea cual fuere su destino debe pasar al menos previamente, por algún tipo de discusión en el seno de la sociedad civil. De lo contrario, el funcionamiento de la Comunidad Regional atentaría contra los principios de Transparencia y Control Ciudadano que se alegan para crear este tipo de Entes.
Años han pasado para inaugurar este aeropuerto, desde un ATN (Aporte del Tesoro Nacional) que parece perdido en el camino, hasta los negocios inmobiliarios y turísticos que rondan en la figura de Carlos Alessandri han manchado este proyecto. Pero allí está la pista y su alambrado, dependerá de los calamuchitanos como lo vamos a administrar.
